José Luis Rodríguez Zapatero anunció el pasado mes de marzo que países emergentes de Oriente Medio, como Catar o Emiratos Árabes, aportarían 450 millones de euros para la recapitalización de las Cajas Españolas.
Cuando el Presidente del Gobierno regresó a España, tras visitar sendos países, declaró públicamente que había conseguido traerse un compromiso, por parte de empresarios y autoridades públicas, por el cual se realizaría una fuerte inversión en la economía española.
Seis meses después y según comentan altos dirigentes financieros próximos al gobierno, “el dinero árabe no ha llegado, ni se le espera”.
Una afirmación tan terrible como contundente, que muestra claramente la nula confianza internacional en la economía española gestionada por el PSOE, que ni siquiera se ha podido convencer a unos señores, que son capaces de malgastar 400 millones de euros en un equipo de fútbol, por pura diversión.
Pero este contratiempo no resulta ser un hecho aislado, sino que el propio Zapatero anunció también la llegada de unos 1.500 millones de euros procedentes de fondos chinos, los cuales, después de varios meses de espera, las Cajas de Ahorros siguen sin ver nada de ese dinero prometido.