Una gurú de la anorexia incita a las adolescentes a través de Twitter

Existen multitud de jóvenes y no tan jóvenes, que a través de los perfiles de las redes sociales, animan y azuzan a adolescentes con escasa personalidad, para que practiquen principios de la anorexia y de la bulimia como no comer, provocarse el vómito y toda una serie de estrategias para no ser descubiertas por los progenitores y compañeros de clase.

Hace pocos días, uno de tantos de esos perfiles anónimos, adquirió una gran relevancia al popularizarse de manera increíble sus consejos alimentarios, llegando a tener más de 1.000 seguidores en Twitter.

Al conocerse la noticia, empezó a recibir numerosas protestas, insultos y críticas, lo que le llevó a cerrar el perfil por lo que pudiera pasar, sin embargo, poco antes de que se produjera el cierre, hubo tiempo de registrar varios de esos mensajes ya censurados.

Concretamente, esta chica utilizaba para su alias los términos “Ana y Mia” (correspondientes a los nombres que los propios enfermos utilizan para referirse a la anorexia y a la bulimia), asegurando ser “una gurú de la moda y la anorexia, que vive del agua, el aire y algunos besos”. (…)

Seréis unas princesas cuando os preocupéis por cada bocado que entre en vuestro cuerpo, no corráis al baño después de comer, podéis ayudar a limpiar la mesa, así no levantaréis sospechas, y en cuanto no os presten atención, será el momento de ir”.

Pero no sólo las palabras de la propietaria del perfil resultan escalofriante, sino que también las opiniones vertidas por sus seguidoras, resultan aún más inquietantes: “Suena asquerosito pero… me encanta tener diarrea” o “gracias a Dios que existen los laxantes”.

Aunque este perfil en concreto, saltó ayer tristemente a la fama, no es el único que usa las redes sociales para dar promoción a enfermedades alimentarias, pese a que en los últimos años, afortunadamente, la sociedad está cada vez más concienciada con este tipo de trastornos.

En España, tanto la anorexia como la bulimia, afectan a más de 2 millones de personas (tanto hombres como mujeres), presentando una tasa de mortalidad de entre el 8 % y el 10 %, es decir, superior a cualquier otro trastorno mental.