Un ciudadano de Sunshine Coast (Australia) había escondido en tres bolsas de basura, numerosas joyas de oro pertenecientes a la familia, como medida de prevención debido a los robos que se habían estado produciendo durante las últimas semanas, sin percatarse de que las bolsas habían sido trasladadas al vertedero.
El dueño aseguró que “había escondido las joyas en bolsas de basura para despistar a posibles ladrones, pero el miércoles pasado, éstas fueron tiradas para ser llevadas al vertedero”.
Gary Reeve, portavoz del ayuntamiento regional de Sunshine Coast, aseguró que las posibilidades de poder encontrar las joyas son bastante mínimas, ya que los funcionarios del servicio de recogida de basura no fueron informados inmediatamente de dicha “pérdida”, por lo que no pueden recordar la localización aproximada del vertido de aquel día.
“La mayor dificultad radica en que no sabemos a qué vertedero han ido a parar, es peor que encontrar una aguja en un pajar”, señalando que el vertedero regional recibe cada semana, unas 1.400 toneladas de basura.