Stefan Ramin, de 40 años de edad, desapareció el mes pasado tras llegar a la remota isla tropical de Nuku Hiva (Polinesia francesa). Ahora, tras analizar los restos calcinados de lo que podría ser su cadáver, se ha asegurado que podría haber sido víctima de prácticas caníbales.
Tras semanas de búsqueda intensiva, se pudieron hallar diversos restos humanos como huesos, dientes y amalgamas derretidas, así como de ropa, entre las cenizas de una fogata que había sido iniciada en una zona inhóspita de este territorio localizado en las Islas Marquesas.
En este momento, la policía y el ejército de la isla se encuentra tras el paradero de Henri Haiti, un guía local, el cual, llevó a Ramin a una cacería de cabras en la zona montañosa de Nuku Hiva y que al parecer, fue la última persona que estuvo en compañía del turista alemán cuando aún estaba con vida.
Tras la excursión, se piensa que Haiti buscó a Heike Dorsch, la compañera sentimental de Ramin, para informarle de que “había sufrido un terrible accidente en el que había fallecido”.
Ramin y su novia, de 40 y 37 años, respectivamente, viajaron desde Alemania en 2008 para realizar el “viaje de sus sueños”.
La pareja aterrizó el pasado 16 de septiembre en Nuku Hiva a bordo de un catamarán, con el objetivo de disfrutar varios meses, de unas vacaciones paradisíacas en la Polinesia Francesa.
Nuku Hiva, centro neurálgico de las islas Marquesas y con una población aproximada de 2.000 personas, muestra antecedentes históricos de canibalismo, actividad que hasta el momento, se creía que “había sido erradicada”.