Un agricultor ya jubilado de 90 años, Luiz Costa de Oliveira, ha conseguido engendrar hasta 50 vástagos, fruto de la unión con su mujer, la hermana de ésta, la madre de ambas y de un primer matrimonio anterior, en el estado brasileño de Rio Grande do Norte.
Tras la muerte de su primera esposa (con la que tuvo 17 hijos), Oliveira se unió a María Francisca da Silva, de 65 años y su actual esposa, quien le ayudó a criar a los menores de su anterior matrimonio y con la que tuvo otros 17 hijos.
La hermana de María Francisca y cuñada de este “Latin Lover rural”, Ozelita, frecuentaba la vivienda conyugal del matrimonio para ayudar en las tareas domésticas, por lo que desde un principio comenzó a mantener relaciones sexuales con el protagonista, de las cuales, nacieron otros 15 niños.
A esta desconcertante historia, se sumó la madre de ambas mujeres, Francisca María, de 89 años en la actualidad y con quien Oliveira engendró otro descendiente.
“La mejor obra de Dios en el mundo ha sido la mujer”, comentó el anciano a un periódico local, y que además de los 50 hijos (aunque no todos pudieron sobrevivir), tiene 100 nietos y casi 30 bisnietos.
Oliveira también ironizó respecto a la posibilidad de que tenga más descendientes de los que no tiene ningún conocimiento, ya que según él, “siempre le gustó estar en compañía femenina”.
Y es que a pesar de su avanzada edad, Oliveira, que dejó de fumar y beber hace más de 40 años, goza de una salud bastante envidiable, no padece molestias ni dolores y asegura “echar de menos sus días de labranza en la huerta y de conquistador fuera de ella”.