Pese a la tregua acordada entre ETA y las Fuerzas de Seguridad del Estado, éstos no han dejado de vigilar los movimientos de la banda, llegando a la conclusión de que existe un determinado “sector duro” de la banda que no piensa en abandonar las armas.
Fuentes del servicio de inteligencia y de información a las que se ha podido tener acceso, confirman que en el seno de ETA, sigue existiendo una “facción dura” que no está dispuesta a abandonar la lucha armada y a apostar por el cambio democrático, como ocurre actualmente con la gran mayoría del sector abertzale.
Según estas informaciones, entre los “irreductibles a la causa” se encuentran varios miembros de los “viejos de ETA”, que además están manteniendo contacto continuado con otras facciones de la banda con el objetivo de sumar adeptos a su causa.
Los “duros” admiten que la izquierda abertzale se encuentra, dentro de Euskadi, en una situación de privilegio nunca antes imaginada: “gobernando en San Sebastián, en la Diputación General de Guipúzcoa y en la mayoría de los ayuntamientos del territorio, y con posibilidades reales de obtener un resultado positivo en las próximas Elecciones Generales del 20-N”.
No obstante, este sector alega que la única forma de conservar lo ya conquistado hasta aquí, es precisamente conservar la vía armada. Señalan que, si ETA abandona definitivamente las armas, dichas “conquistas” irán desapareciendo, poco a poco, hasta no quedar nada.