El San Bernardo es una raza de perro muy tranquila y amigable que puede llegar a ser el perfecto compañero familiar si lo que se busca es un perro de grandes dimensiones que cuide de su hogar y se muestre cariñoso con los más pequeños de la casa. Este perro, al igual que otros, se ha hecho bastante famoso gracias a sus apariciones televisivas y cinematográficas.
Relación con la familia
Para poder tener un San Bernardo con nosotros debemos ser conscientes que es un perro de gran tamaño y de una enorme fuerza que tiende a ser dominante tanto con sus dueños como con otros animales. Por esta razón, es necesario que el dueño del San Bernardo se mantenga siempre firme, adiestrando y socializando a su perro de forma constante y desde edad temprana, evitando así conductas no deseadas en un futuro.
Si ha sido bien educado, el San Bernardo se puede adaptar perfectamente a la vida en un apartamento de grandes dimensiones, siempre y cuando se le brinde la oportunidad de realizar una gran cantidad de ejercicio físico, no obstante, hay que tener en cuenta que el San Bernardo tiende a babear, por lo que es aconsejable proporcionarle un lugar al aire libre (un jardín, una terraza, etc…), donde pueda moverse libremente y dormir de forma cómoda.
Además, tal y como podemos observar, el San Bernardo ingerirá grandes cantidades de comida al día, suponiendo un gasto elevado a la economía familiar.
Relación con los niños
El San Bernardo se mostrará muy cariñoso con los niños y nunca ocasionará problemas a la hora de convivir con ellos, siempre y cuando ambas partes sepan respetarse mutuamente.
Es importante mencionar que el San Bernardo no llegará a ser el perfecto compañero de juegos para los niños, debido a que posee un carácter excesivamente reposado, involucrándose muy poco en los juegos de los más pequeños, pero sí que será un excelente “perro niñera”.