El parto de una perra es un proceso natural, y por lo tanto, no tiene porqué conllevar un riesgo para la perra o para los cachorros, no obstante, al igual que sucede en el caso de los humanos, pueden surgir complicaciones que de no tratarse a tiempo pueden conllevar, en el peor de los casos, la muerte de la perra y/o de los cachorros.
Además, al realizar el parto de la perra en casa, se corre el riesgo de que cuando surjan complicaciones, el veterinario no pueda llegar a tiempo para salvar tanto a la perra como a los cachorros.
Veamos a continuación algunas de las complicaciones más comunes que se pueden dar en el parto de la perra:
Distocia
Se da cuando los cachorros no pueden atravesar el canal del parto, ya sea porque dicho canal es muy estrecho, porque el tamaño de las crías es superior al que debería ser, porque las crías tienen una colocación incorrecta, o porque la perra presenta obesidad.
Eclampsia canina
Es una bajada de azúcar y calcio que puede provocar convulsiones durante el parto. Es más común en perras de razas pequeñas, debido a que comen menos y peor que las perras de otras razas superiores.
Hemorragias o infecciones postparto
Pueden deberse a la presencia de fetos muertos dentro del útero o a que no se hayan expulsado todas las placentas. Este tipo de complicación le causaría la muerte a la perra si no se tratase a tiempo.
Cachorros muertos o enfermos
Las perras, al igual que todos los animales, atenderán primero a los cachorros que ellas saben que van prosperar, dejando de lado a los más débiles o enfermos. Generalmente, en esta situación la perra apartaría del resto de crías a los cachorros muertos o enfermos, no obstante, se puede dar el caso, aunque en menor proporción, que la perra decida matar o comerse a las crías enfermas, llevando a cabo lo que se conoce como canibalismo.