Propiedades medicinales del Aceite de Granada

La Granada (Punica granatum L.) es una fruta de consumo muy extendido, la cual, no sólo contiene numerosas propiedades nutricionales, sino también, medicinales, y en especial, su aceite esencial, gracias a su composición química y a su alto contenido en ácido omega 5.

En este caso, a partir del prensado de las semillas, es posible obtener un aceite que debido a sus compuestos bioactivos, de los cuales, el 75% son isómeros conjugados del ácido linoleico (ácido omega 5 o ácido punícico), que permite incrementar diversas funciones del organismo.

Propiedades del Aceite de Granada

Veamos a continuación, de forma listada, los principales beneficios terapéuticos que nos puede proporcionar el consumo o la aplicación del Aceite de Granada:

Reduce el sobrepeso. El isómero bioactivo (ácido omega 5) se transforma en ácido linoleico conjugado o CLA, una sustancia orgánica que reduce el nivel de grasa corporal, transformándola en tejido muscular.

Mejora la función inmune. Incrementa las defensas y evita la acción de los agentes nocivos y externos sobre la salud.

Permite tratar problemas de piel. Ayuda en el tratamiento de llagas en la boca, inflamación de encías y herpes bucal. Por otro lado, su aplicación hidrata, humedece y regenera la piel, mejorando no sólo su aspecto externo, sino también, su estructura interna.

Reconstituye la fibra capilar. Permite reparar la fibra capilar de cabellos secos, cabellos con tinte o cabellos sometidos al secador o la plancha para alisarlo.

Posee propiedades antioxidantes. Presenta un alto nivel en polifenoles, los cuales, permiten retrasar el envejecimiento del organismo, mejorando la salud de las arterias y las venas.

Así pues, el Aceite de Granada presenta múltiples propiedades terapéuticas que no sólo ayudan a mejorar la salud interior, sino que también, nos ayudan a vernos mejor en el exterior.