Profesores y sindicatos se rebelan contra el tijeretazo educacional llevado a cabo por el PP

Al parecer no habrá rectificación respecto a la reducción de costes en la educación pública que tanto la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra han aprobado como una medida de frenar el déficit público y que afectará al 12% de los profesores de secundaria que ejercen en la actualidad. La respuesta de profesores y sindicatos adjuntos no se ha hecho esperar, proponen iniciar paros indefinidos cada 3 días, realizar manifestaciones de protesta o incluso dejar de ejercer su trabajo hasta que se acuerde un punto de encuentro.

Dentro del plan de ajuste económico educacional, Lucía Figar, consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, tiene previsto incrementar el número de horas lectivas de los docentes titulares, de 18 a 20 por semana, y así evitar la contratación de casi 3.000 maestros interinos, proporcionando un ahorro de casi 80 millones de euros.

Por su parte, Carmen Guaita, vicepresidenta nacional del sindicato de profesores (ANPE), advirtió que “eliminar clases de tutorías para introducir más horas lectivas demuestra el desconocimiento general que tienen los políticos de los éstas significan para el desarrollo escolar”.

Esto se debe a que entre las medidas tomadas por el Ejecutivo madrileño (al que se han sumado otras “comunidades populares”) no solo modifican el horario laboral de los profesores sino que también, pretenden suprimir las dos horas de supervisión pedagógica obligatoria (tutorías) que disponen los tutores con sus alumnos.

Cabe destacar que en España, el gasto destinado a la educación pública no se ha incrementado en 10 años pero sí la captación de ingresos. Además, en ese mismo intervalo de tiempo, el fracaso escolar ha subido un 7% hasta estabilizarse en el 31,2%.

Guaita añade que “En el momento en que nuestra clase política empiece a ver la educación como una inversión de futuro, y no como un despilfarro económico, nuestros hijos y las próximas generaciones, podrán acceder verdaderamente a una educación de calidad, en la que los docentes se muestren ilusionados con su profesión y los alumnos, por aprender”.