El Melocotonero (Prunus persica), al igual que otros árboles frutales de hueso, puede verse afectado por diversas plagas y enfermedades, a pesar de que se le ofrezcan los cuidados necesarios para que éste crezca y se desarrolle sano.
Veamos a continuación algunas de las plagas y enfermedades que atacan al Melocotonero.
Plagas del Melocotonero
Entre las plagas que afectan al Melocotonero, podemos encontrarnos con ácaros, pulgones y otros insectos que no sólo pueden resultar muy molestos, sino que también, provocan la atracción de otras enfermedades o plagas.
Piojo de San José
Este diminuto insecto puede provocar daños enormes en las hojas y la madera del Melocotonero, pero sobre todo, en los frutos, ya que con la picadura que realiza para alimentarse, al mismo tiempo inyecta una sustancia tóxica con la que se crea una aureola roja alrededor de la picadura, debilitando de este modo al propio árbol y dejando inservibles los frutos.
Mosca de la fruta
También denominada Mosca del mediterráneo, es originaria de África, y los daños que produce en el Melocotonero se ven reflejados en sus frutos. En este caso, las hembras realizan la ovoposición en ellos, y posteriormente, las larvas van alimentándose de la pulpa de los frutos, formando diversas galerías en los mismos, lo que provoca una maduración precoz del fruto, y su posterior caída.
Enfermedades del Melocotonero
Los árboles frutales de hueso, como el Melocotonero, son propensos a padecer enfermedades de origen fúngico, como por ejemplo:
Abolladura
Consiste en el abullonado de las hojas, las cuales, presentan deformaciones de color verde-blanco y rosa brillante o rojo. Estos daños pueden verse también en tallos jóvenes y en frutos. También provoca la caída de la hoja y la deformación de frutos y brotes, dificultando así el desarrollo del Melocotonero.
Monilia
Es una de las enfermedades más problemáticas, y afecta principalmente a los frutos. Provoca un decaimiento en la cantidad y calidad de la producción del Melocotonero, pudiendo sufrir defoliación temprana.
Ataca también a las flores y los frutos jóvenes, los cuales, acaban por pudrirse y caen prematuramente, mientras que las ramas colonizadas originan chancros y exudados de goma.