Un grupo de científicos han mostrado su creciente preocupación debida a la “enorme pérdida de ozono” producida sobre el Círculo Polar Ártico y que podría equipararse proporcionalmente, a su homólogo planetario.
El agujero, de unas dimensiones equivalentes a cinco veces la superficie total de Alemania, inquieta en exceso a los científicos.
Y es que tan sólo a unos 20 Km de la vertical del suelo, casi el 80% de la capa de ozono ha desaparecido.
La causa parece proceder del frío estratosférico, debido a que en condiciones extremas de baja temperatura, los productos químicos procedentes del cloro se vuelven más activos y por tanto, atacan más intensamente al ozono de la atmósfera.
Estos productos químicos que destruyen el ozono, se originaron a partir de sustancias tales como los clorofluorocarbonos (CFC), cuyo uso entró en vigor a finales del siglo pasado en dispositivos y aparatos tales como refrigeradores y extintores de incendios.
Sus efectos destructivos fueron registrados y documentados, por primera vez, en la Antártida, la cual, sufre ahora una grave y constante pérdida de ozono, en cada uno de sus inviernos.