El embarazo en un conejo dura en torno a 30 días, por lo que se tiene poco tiempo para saber si una coneja está embarazada y cómo se debe preparar el momento del parto, así como las reacciones más básicas ante cualquier complicación.
Después del apareamiento entre los conejos, y una vez es seguro que la coneja está embarazada, es necesario separar al conejo hembra del conejo macho, tratándola siempre con delicadeza y evitando molestarla. Ha de estar rodeada de tranquilidad y nunca se ha de interferir en sus preparativos con el nido y mucho menos movérselo. Hay que proporcionarle agua y una dieta adecuada y abundante, antes y después del parto.
En el momento del parto, no tocaremos a la coneja, ella, por instinto, sabe lo que tiene que hacer, aunque se la podrá ayudar para evitar posibles complicaciones en el parto, como por ejemplo:
Un gazapo nace muerto
Se deberá retirar el gazapo muerto con mucho cuidado. Para ello, habrá que frotarse las manos con heno, evitando así dejar nuestro olor en el resto de crías, lo que provocaría que la coneja los rechace o se los coma.
Canibalismo
Es importante que no se moleste a la coneja durante el parto, ya que cualquier presencia podría interpretarla como una amenaza, provocando la ingesta de sus crías. De igual modo, durante el parto no debe faltarle el agua, ya que es otra causa de canibalismo hacia los gazapos.
Un gazapo se cae del nido
Si ocurriera esto, la coneja sería quien lo introdujera de nuevo en el nido, sin embargo, de no ser así, habría que frotarse las manos con heno y meter al conejito con mucho cuidado en el nido.
Después del parto hay que evitar coger a los conejos baby, ya que éstos necesitan el calor que les proporciona el nido, siendo la coneja la encargada de limpiarlos y de amamantarlos.