Las autoridades de Polonia investigan un atentado presuntamente neonazi contra el monumento en memoria de la matanza de judíos en Jedwabne, profanado con esvásticas y mensajes antisemitas.
Aparecieron frases escritas como “yo no pido perdón por Jedwabne”, bañando en pintura las placas conmemorativas de la matanza y las inscripciones en hebreo.
Bronislaw Komorowski, Presidente de Polonia, afirma que “se trata de un episodio vergonzoso”, lamentando “profundamente” que grupos neonazis profanen de ese modo la memoria de los fallecidos en la masacre que tuvo lugar hace 60 años.
Durante el desarrollo de la II Guerra Mundial, Jedwabne fue escenario de uno de los episodios más trágicos y vergonzantes de la historia reciente de Polonia, cuando los vecinos de esta pequeña localidad encerraron en un pajar a 400 de sus vecinos judíos (mujeres y niños incluidos) y los calcinaron vivos.
Tanto la policía responsable de la investigación como la Agencia Polaca de Seguridad (ABW), han establecido que todo apunta a un grupo local de ideología ultraderechista que además habría protagonizado otros episodios de violencia racial contra mezquitas y sinagogas próximas a la ciudad.