Polémica con el diseño de los nuevos uniformes de campaña del Ejército de Tierra

Desde principios de año, el Ejército de Tierra lleva implantando el nuevo uniforme de campaña con un diseño árido pixelado, similar al utilizado por otros países miembros de la OTAN, y cuya acogida entre los soldados no ha sido todo lo favorable que se esperaba.

Según han confesado varios soldados que han tenido acceso al uniforme, se quejan de la escasa protección térmica que ofrece el traje, sobre todo en “inviernos jodidos como los de Afganistán”, donde se alcanzan temperaturas inferiores a los 7 grados bajo cero.

Pero sin duda, es el pantalón la parte que más quejas ha suscitado, debido a que “se rompe con gran facilidad” y que pierde toda utilidad en la realización de cualquier tipo de maniobras, ya que “con un par de tripazos (expresión coloquial referida al cuerpo a tierra), se rompe por todos lados”.

También comentan que los pantalones llegan a ser “demasiado holgados” por lo que hay peligro de que los objetos se caigan, además que los primeros modelos testados “no llevaban cremallera”. Y que las “costuras de la camisola son bastantes endebles y se rasgan con demasiada facilidad”.

Pese a que el uniforme debería haber llegado a todas las unidades antes incluso del verano, el escepticismo motivado por los comentarios de compañeros provoca que muchos esperen el cambio de Gobierno, como única posible solución al problema.