A pesar de que los hámsters son unos animales que nacen totalmente sanos y que no precisan de muchas preocupaciones médicas, es necesario llevarlos cada cierto tiempo al veterinario para que les realice una revisión de rutina, descartando posibles enfermedades producidas por una alimentación o una higiene inadecuadas.
Es muy importante que el veterinario al que se acuda sea un veterinario especialista en animales exóticos, ya que los hámsters son unos animales muy pequeños y delicados, y un veterinario convencional no podrá ayudarle.
Cuando se adquiere un hámster por primera vez, es aconsejable llevarlo al veterinario para pedir consejo sobre los cuidados de higiene, alimentación, manipulación, etc…, así como para que lo examine, descartando cualquier anomalía física.
Por normal general, si el hámster no va a estar en contacto con otros animales o con el suelo, donde pueda estar expuesto al ataque de algún parásito, no será necesario desparasitarlo.
Sin embargo, a modo de prevención, se puede llevar a cabo una desparasitación en el hámster, tanto interna como externa, e incluso el veterinario puede realizarle un análisis coprológico para descartar la presencia de parásitos en su intestino. Ambas desparasitaciones se podrán realizar en casa bajo las instrucciones y consejos que facilite el experto.
Tal y como se ha dicho antes, al ser unos animales libres de enfermedades, los hámsters no precisarán de vacunas, ya que éstas no existen como tal para ellos.
Las revisiones veterinarias servirán también para controlar el crecimiento de los dientes y de las uñas, ya que los hámsters son roedores, y como tal, sus dientes y uñas están en constante crecimiento.
Si el hámster presentase problemas en dientes o uñas, el veterinario podría recortárselos para subsanar el problema, dando pautas y consejos para evitar futuras malformaciones en ellos.
De igual modo, en estas revisiones se podrá comprobar que el crecimiento del hámster está siendo el adecuado.