El Pastor Belga es una raza de perro que posee un carácter y un comportamiento muy particular que lo diferencia del resto de perros pastor. Es un perro muy afectuoso, impulsivo y con una sensibilidad extrema. Necesita sentirse querido, útil y un miembro más de la familia.
Relación con la familia
El Pastor Belga se mostrará siempre muy afectuoso y cariñoso con su familia, en especial con su dueño, con el que creará un vínculo desde pequeño llegando a depender de él emocionalmente. Es un perro que estará siempre dispuesto a complacer a su dueño.
El Pastor Belga puede llegar a ser muy reservado con los extraños y mostrarse dominante con otros perros y animales. Es un gran perro guardián, ya que es muy territorial y presenta instinto protector innato que empleará si siente que su familia o su propia vida corren peligro.
Aunque el Pastor Belga es un perro de campo al que le encanta jugar al aire libre, se puede llegar a adaptar muy bien a la vida en un apartamento si es educado y adiestrado para ello, pero siempre ofreciéndole espacios amplios donde pueda moverse libremente, así como un lugar confortable donde pueda dormir y descansar.
No hay que olvidar que el Pastor Belga es un perro creado para el trabajo, por lo que necesitará grandes cantidades de ejercicio físico diario para que desgaste toda su energía, de lo contrario, se aburrirá y tenderá a mostrar un comportamiento no deseado para los dueños.
En cuanto a su manutención, el Pastor Belga necesita de grandes cantidades de comida al día, debido a su actividad.
Relación con los niños
El Pastor Belga presenta un carácter amable y afectuoso, siendo perfecto para convivir con los niños y compartir sus juegos. Aunque hay que tener en cuenta, que al ser un perro muy impulsivo puede llegar a dañar sin querer a los niños más pequeños mientras juegan.