La Asociación de Paralíticos Franceses (APF) ha exigido este miércoles al Gobierno que se incluya en la legislación su derecho a disfrutar de una “asistencia sexual plena”.
Este colectivo ha vuelto a reivindicar, a través de una publicación en prensa, un derecho que ya fue rechazado a principios de año por la ministra de Solidaridad, Roselyne Bachelot, la cual, entendía esta petición como “un reclamo a la práctica de la prostitución”.
La APF afirma que: “El asistente responsable, hombre o mujer, desempeñaría la labor de dar respuesta a una necesidad primaria de aprendizaje, de descubrimiento de la propia intimidad, pero también de difundir, siempre desde el respeto, una atención sensual, erótica y/o sexual necesaria en cada persona”.
Además, señala que “resulta ofensivo comparar esta exigencia con la incitación a la prostitución”. Y es que a pesar de la humanidad contenida en la propuesta exigida, ya han aparecido las primeras voces discordantes respecto a la aprobación de esta medida.
La organización feminista Coordinación Francesa por el Lobby Europeo de Mujeres (CLEF), ha enviado un comunicado a Bachelot mostrando su preocupación ante la inclusión de este tipo de prácticas en la legislatura actual, ya que según ésta: “No mejoraría en nada la calidad de vida de los discapacitados, ya que tanto su situación financiera como humana es ya de por sí, bastante precaria” (Sin comentarios).
No obstante, pese a lo insólito que puede parecer al público español, la exigencia de esta asistencia sexual, en países como Alemania, Holanda, Dinamarca o Suiza, el colectivo de paralíticos de estas naciones goza de un estatuto que sí contempla dicha asistencia.