La Diefembaquia (Dieffenbachia) es una planta de interior que presenta grandes hojas coloreadas o matizadas con diferentes tonalidades en verde, blanco, crema y amarillo, en función de la variedad de la que se trate.
Así pues, en función de la que seleccionemos, predominará el color blanco o el verde en su follaje. En el caso que os proponemos hoy, escogeremos la variedad «maculata», cuyo color predominante es el blanco.
Cabe mencionar que a medida que crece la Diefembaquia, ésta va desnudando su base de hojas, por lo tanto, en el momento de plantarla deberemos combinarla con otras plantas de pequeño tamaño, como por ejemplo, el espatifilo o el ficus rastrero, que además de tapizar la base, potenciarán la elegancia y luminosidad de nuestra composición final.
La Diefembaquia no es la planta más recomendada cuando se tienen niños en casa, ya que en determinadas ocasiones, puede provocar hinchazón e inflamación en la lengua y en la cara.
Materiales
– Diefembaquia.
– Espatifilo.
– Ficus rastrero.
– Hidrojardinera.
– Sustrato universal de calidad.
Elaboración
Primeramente llenaremos la hidrojardinera con sustrato universal, manteniendo el chivato del depósito siempre a la vista, ya que será el encargado de informarnos del nivel de agua de la jardinera.
Después, excavaremos un hoyo en la tierra y plantaremos la Diefembaquia en el centro de la maceta.
Para cubrir la base de la hidrojardinera utilizaremos pequeñas plantas en las que predominen las mismas tonalidades que aquellas que muestren las hojas de la Diefembaquia, en este caso, emplearemos el ficus rastrero, el cual, además de tapizar la base, ornamentará la maceta con su porte colgante.
Por último, junto al ficus rastrero podemos plantar un pequeño espatifilo, el cual, se irá desarrollando en función del crecimiento de la Diefembaquia, cubriendo su tallo con sus hojas verdes y sus flores blancas en forma de pequeñas espadas.