Los deportes acuáticos con perros son uno de los ejercicios más completos y saludables que pueden realizarse para garantizar tanto el bienestar del perro como del dueño, ya que las articulaciones no sufren tanto como en los deportes terrestres.
Al igual que con cualquier actividad que se lleve a cabo con el perro, estos deportes, como puede ser la natación con perros, estrechan y mejoran el vínculo existente entre perro y dueño, afianzando la confianza, el cariño y el respeto mutuo.
Los deportes acuáticos con perros no están muy extendidos, pero en ciertos países existen varias modalidades que pueden realizar perro y dueño, como por ejemplo, el rescate, la entrega, la inmersión, el arrastre, el dock jumping y el aquagility.
Cada deporte tiene sus propias características, pero antes de sumergir al perro en un deporte acuático, se han de tener en cuenta una serie de aspectos:
– El perro ha de acostumbrarse al agua, y deberá hacerse poco a poco, hasta que éste tenga la confianza necesaria para introducirse por sí sólo. Nunca se le deberá forzar, ya que de lo contrario, podría sufrir pánico al agua.
– Se debe equipar al perro con todo lo necesario, en este caso, un chaleco salvavidas específico para perros, ya que no todas las razas tienen una complexión adecuada para nadar, y por lo tanto, podrían ahogarse.
– Se debe supervisar constantemente al perro mientras esté en el agua, incluso se recomienda nadar con el perro para que éste asocie que es una actividad divertida que lleva a cabo con su dueño.
– Al finalizar el ejercicio, si es una raza de pelo corto, se secará con facilidad, pero si es una raza de pelo largo, habrá que asegurarse de secar bien todo su pelaje para que no se enfríe y pueda enfermar.
Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar deportes acuáticos con el perro, pero se aconseja consultar con un experto que resolverá todas las dudas existentes.