El proceso de globalización y la presión extrema a la que se ven sometidas diferentes comunidades indígenas por integrarse a la cultura dominante, están acelerando considerablemente la desaparición de cientos de lenguas indígenas en todo el mundo.
De las casi 6.000 lenguas censadas en el planeta, más de 2.500 están en serio riesgo de desaparecer, según datos ofrecidos por la UNESCO.
Entre esas “lenguas casi muertas”, destacan el andoa ecuatoriano, del que tan sólo queda un hablante con vida, o el zápara, el cual, únicamente es dominado por 6 ancianos en toda la geografía mundial.
Con su desaparición, también se perderá irremediablemente, una forma de concebir el espacio y el tiempo o la adquisición de conocimientos naturales y sociales.
Los continentes donde esta amenaza tiene mayor incidencia son Oceanía y América, concretamente, en Brasil son 190 los idiomas que están en peligro, en México 144, en Colombia 68 y en Perú 62.
Según diferentes expertos consultados, dicha desaparición no se debe únicamente a las presiones externas impuestas sobre una lengua, sino a que los miembros de una comunidad, abandonan mayoritariamente su propio idioma local como herramienta para integrarse en la sociedad dominante, hecho que le permite disponer de más y mejores perspectivas económicas.
Las mismas fuentes aseguran que “una lengua puede desaparecer muy rápidamente. Puede llegarse a pensar que hay un elevado número de hablantes, pero si todos presentan una edad similar, llega un momento en que desaparece, y cuando esto ocurre, no hay posibilidad de recuperarla”.