La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha decidido aprobar la implantación de un nuevo sistema de becas para los alumnos de FP Superior, el cual, obligará a los alumnos a “fichar” a su llegada al centro educativo mediante una tarjeta electrónica personal que registrará su asistencia.
El Gobierno Regional tiene pensado distribuir hasta un total de 4.500 tarjetas, las cuales, serán gestionadas por una empresa privada, quien será la encargada de controlar la asistencia de los alumnos, y por tanto, de mantener o suprimir la beca mensual al alumno.
Los centros educativos serán los encargados de facilitar, a la empresa gestora, las justificaciones correspondientes a las ausencias de los alumnos, ya que según lo establecido en las bases de este nuevo sistema, la beca de matrícula, por ejemplo, se anulará cuando el alumnos acumule sin justificación un 15% de las horas de formación, o se ausente durante 15 días lectivos consecutivos.
El recuento de las ausencias se realizará el día 20 de cada mes, mientras que la revisión para anular la matrícula se hará en enero, 4 meses después de iniciar el curso, momento en que se decidirá si se concede la beca para abonar las tasas de matrícula.
Estas nuevas becas de FP proporcionarán entre 180 y 290 euros mensuales al alumno, en función de la renta familiar, sin embargo, aquellos cuya familia sea beneficiaria de la Renta Mínima de inserción (532 euros), recibirán hasta 350 euros.
Según ha manifestado el portavoz de la Consejería, “la empresa encargada de repartir los pagos tendrá la obligación de informar, cada 7 días, sobre el desarrollo del modelo a la Dirección General de Becas y Ayudas a la Educación, de modo que todo el proceso se agilice”.
En principio, la Comunidad no tiene previsto ampliar este sistema de control de asistencia a otros Ciclos Formativos, sin embargo, en los últimos años, el Gobierno regional madrileño ha ido aplicando otras fórmulas polémicas en lo que respecta a la concesión de becas para la educación.
Como por ejemplo, la retirada de los conciertos económicos educativos de
FP, que fueron suprimidos el pasado mes de febrero, lo que supuso que los alumnos que fueran a cursar un ciclo de FP, tuvieran que pagar hasta 10 veces más por asistir a clase (de 36 a 350 euros) y que más de 500 profesionales docentes fueran despedidos.