La contundente victoria electoral de Mariano Rajoy no ha impresionado mucho a los mercados, tras lo visto en la última subasta de letras, celebrada ayer. Según expertos financieros, a España le espera un mes de diciembre, “económicamente terrorífico“.
El Tesoro Público pudo subastar ayer 2.980 millones de euros de deuda, no obstante, tuvo que apurar hasta el máximo para conseguir colocarlos, teniendo que acordar un 5,11 % de interés por las letras a 3 meses, lo que supuso un incremento del 123%, respecto al acordado en la subasta anterior.
Según expertos financieros consultados, “los mercados no van a regalar nada, a pesar del contundente resultado de las elecciones generales“.
“El plazo del que se dispone hasta que se forme el nuevo Gobierno, es decir hasta finales de año, nos va a salir bastante caro, con cinco subastas de deuda pública durante el transcurso del mismo“, añaden.
“Nuestra prima de riesgo y nuestra deuda pública seguirán al acecho, pese a que los mercados ven con mejores ojos a Rajoy y su Gobierno holgado de apoyos, sin embargo, esperan hechos y no intenciones“, recalcan.
De este modo, el próximo mes de diciembre, con un nuevo Gobierno en formación y con Rodríguez Zapatero ejerciendo como presidente en funciones, “puede llegar a ser de infarto, presentando continuos sobresaltos sobre nuestra deuda soberana y nuestra prima de riesgo, la cual, ya ha alcanzado el 7% a 10 años“, concluyen dichos expertos.
Una vez que hemos contextualizado la situación actual sobre la deuda pública de España y la prima de riesgo ejercida sobre el Estado, conozcamos los motivos que han propiciado esta alarma financiera, sobre el sistema económico español.
Estos son los motivos, por los cuales, los analistas económicos consideran razonable, laalarma suscitada sobre el futuro incierto que sufrirá la economía española, durante la próxima legislatura.
Los mercados no confían todavía en el nuevo Gobierno, debido a que se mueve porexpectativas aún no demostradas.
Los operadores del mercado internacional valoran mucho más los hechos que los anuncios, por muy contundentes que resulten, pese a que tienen en más estima a esteGobierno de mayoría absoluta, en relación al anterior, y que según su opinión, “demostró su calamitosa y lenta ejecutoria“.
Sin embargo, “el nuevo Gobierno del PP no ha demostrado lo suficiente como para proporcionarle un cheque en blanco basado en su credibilidad como país“, puntualizan.
También señalan la influencia del efecto PIG (denominación empleada para los países mediterráneos con deuda de riesgo), el cual, provoca una gran desconfianza en los grandes operadores mundiales de deuda pública.
JP Morgan, uno de dichos operadores, anunció recientemente que “España sigue siendo un valor demasiado volátil, por lo que hemos considerado, no tenerla en nuestra cartera, ya que preferimos los bonos de empresas“.
Además, España sigue teniendo cinco subastas de deuda pendientes, sin embargo, “bajo ningún concepto sería aconsejable que suspendiera ninguna de ellas, mientras el BCE se encuentre adquiriendo su deuda en el mercado secundario, ya que si optara por suspenderlas, mandaría un mensaje confuso a los mercados, demostraría inseguridad en el futuro“, aclaran estos expertos.
No obstante, todavía hay más motivos relevantes que preocupan a los analistas económicos españoles, veamos cuáles son.
En este escenario, la inestabilidad económica sobre España no terminará mientrasAlemania no ceda y permita al Banco Central Europeo comprar sin límites, deuda de países en riesgo.
La resistencia ofrecida por la canciller Merkel, de adquirir deuda a fuego lento y castigar a los países PIGS, se mantendrá todavía.
De este modo, los mercados invertirán su tendencia cuando la Unión Europea permita al BCE actuar como la Reserva Federal norteamericana.
Es decir, como prestamista de última instancia y con “barra libre” para comprar deuda pública, de aquellos países en dificultades.
Por tanto, la verdadera prueba de fuego del Euro se producirá cuando los mercados decidan atacar en serio a la deuda francesa, o las “agencias rating” le retiren la triple A, es decir, la máxima calificación de solvencia.
En ese preciso instante, la presión fiscal sobre España se reducirá considerablemente, sin embargo, el euro habrá entrado en una tormenta de supervivencia de tal magnitud como moneda, que los problemas se multiplicarán hasta poner en peligro la propia viabilidad de la Unión Europea.
Otra posible vía de alivio sobre la deuda española, sería que el dinero caliente procedente del mercado financiero mundial, se dirigiera otra vez al petróleo y a determinadas materias primas.
Esto se debería a que el dinero caliente o especulativo, suele cambiar de piezas de caza con suma facilidad, por lo que las deudas soberanas suelen tener un cierto límite a la hora de exprimirlas, de modo que si cae Francia, las próximas piezas serán más pequeñas, como Bélgica o Austria.