Según un grupo de investigadores británicos, el consumo diario de chocolate podría estar directamente relacionado con el descenso en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias y el colapso de las arterias.
Sin embargo, no se trata de ingerir cualquier tipo de chocolate, ya que el que se comercializa normalmente, tiene un alto grado calórico y un exceso de azúcar, lo que puede favorecer la aparición de diabetes y dichas enfermedades cardiacas.
Por ello recomiendan adquirir un chocolate más puro, uno con un contenido aproximado del 95 % de cacao y sin ningún tipo de edulcorante ni azúcar añadido, de modo que su consumo no revierta en la salud de la persona.
En la realización de dicho estudio, se analizaron los resultados de más de 100.000 pacientes, con o sin enfermedad cardiaca pre-existente, comparando el grupo de mayor consumo de chocolate con el de menor consumo de chocolate.
Dichos resultados concluyeron que los niveles más altos de ingesta de chocolate, estaban asociados con una reducción del 37% en el riesgo de enfermedad cardiovascular y una reducción del 29% en los accidentes cerebrovasculares, comparándolos con los sujetos que presentaban los niveles más bajos de consumo.