El lanzamiento del LG G Flex provocó una auténtica revolución en el mercado de la telefonía móvil, convirtiéndose en el primer smartphone con pantalla curva y flexible. Su parte trasera admite todos los significados del concepto “flexible”, ya que es capaz de doblarse al ejercer presión sobre ella, lo que en la práctica le confiere una gran resistencia a golpes y al soporte de grandes pesos.
Pero no es sólo su diseño lo que llama la atención, sino el hecho de que dispone de unas características técnicas muy próximas a los dispositivos de alta gama, por lo cual su precio también se asemeja a éstos (se puede encontrar libre a partir de 619 euros).
La pantalla curva del LG G Flex ofrece un modo de visualización realmente innovador y nunca antes visto en un smartphone, sin embargo no llega a ser completamente ergonómica, y eso que LG probó más de 300 variaciones distintas para establecer cuál era el modelo que mejor podría encajar en las palmas del consumidor. Al parecer, nos tendremos que conformar con el menos malo.
Su parte trasera es brillante y muy resbaladiza, por lo que la postura más segura para dejar este dispositivo en una superficie sea probablemente con la pantalla mirando hacia abajo, ya que de este modo permanecerá totalmente inmóvil.
Este phablet de LG presenta unas dimensiones de 160,5 x 81,6 x 8,7 mm y un peso de 177 gr. Dispone de una pantalla P-OLED de 6 pulgadas con una resolución de 720 x 1280 píxeles y una densidad de píxeles de 245, además de estar protegida con un cristal Corning Gorilla Glass 2.
La cámara trasera del LG G Flex presenta una resolución de 13 megapíxeles con flash LED incluido, mientras que la frontal se queda en los 2,1 megapíxeles. En su interior nos encontramos con un procesador Qualcomm Snapdragon 800 a 2,27 GHz de cuatro núcleos que, combinado con una memoria RAM de 2 GB y una memoria interna de 32 GB, hace de este dispositivo un smartphone de alta gama potente y con gran rendimiento.
El LG G Flex incluye Android 4.2.2 y, gracias a sus excelentes características técnicas, el sistema operativo se desarrolla de forma fluida y sin excesivos “cuelgues”, incluso mientras trabajamos en modo multi-tareas.
Por último, es importante destacar que incluye una batería de alta capacidad de 3.500 mAh, lo que en la práctica proporcionará casi dos días de uso a pleno rendimiento con una única carga.
En resumen, pese a ser un móvil de alta gama con muy buenas características técnicas, el LG G Flex es en realidad un smartphone más pero con la pantalla curva. Su tamaño parece excesivamente grande e incómodo para ser manejado con una sola mano y, debido a su principal característica (la pantalla curva), resulta pesado e incómodo de llevar en un bolsillo o en el abrigo, aunque este tipo de pantalla evite los reflejos del sol.
Mar 17, 2014