Las razones por las que el general Asarta amenazó a la cúpula militar del ejército libanés

Alberto Asarta, general de División español al mando de la misión de la ONU en el Líbano, exigió a la cúpula del ejército libanés que si no garantizaba la seguridad de los cascos azules allí desplazados, ordenaría retirar las tropas.

 “La situación ahora mismo es totalmente insostenible”. De esta manera resumió el general Asarta la atmósfera de inseguridad en la que viven los 12.200 cascos azules desplazados hasta el país mediterráneo.

Dichas declaraciones fueron realizadas ante un numeroso grupo de altos mandos militares y funcionarios de Defensa de Líbano, en una reunión acontecida en las dependencias de FINUL, donde también se encontraba presente el director de operaciones militares del Ejército libanés.

Según fuentes militares consultadas, el general Asarta lanzó un ultimátum a los mandos libaneses: “O garantizáis la seguridad de nuestros cascos azules o yo mismo seré el que presione a los mandos militares europeos, con delegación en el Consejo de Seguridad de la ONU, para que den por concluida la misión”.

De este modo, respondía a los sangrientos atentados que se llevan produciendo desde hace un par de meses  y presuntamente organizados por fuerzas subversivas pertenecientes a la “Resistencia”, el brazo armado de Hizbulá, el cual, ha seleccionado siempre como objetivo principal, a las miembros de la Fuerza Interina de Naciones Unidas.

Según lo revelado por esas mismas fuentes, la “política libanesa se encuentra controlada por el grupo radical Hizbulá”, hecho que “cada vez se hace más evidente”.

Un ejemplo de ello, es la reciente “amnistía” aplicada por el ejecutivo libanés a tres militantes del “Partido de Dios”, imputados por el asesinato, en 2006, del Presidente del Gobierno libanés Rafiq Hariri, pese a que las numerosas pruebas aportadas demostraban claramente su implicación.

Otra “extraña decisión” por parte del gobierno libanés, es que consiguieron bloquear la condena oficial del Consejo de Seguridad de la ONU a los atentados sucedidos recientemente en el norte de Israel, perpetrados por milicianos libaneses, a pesar de que en al auto de condena, se calificaba explícitamente como un “acto de terrorismo”.

Pero veamos, cuáles han sido los incidentes que han provocado la indignación del general Asarta y su posterior amenaza de la retirada de las tropas de la ONU.

El pasado mayo se produjo una emboscada con explosivos contra un “vehículo Lince” en el que viajaba una patrulla militar italiana, que se saldó con seis cascos azules heridos de gravedad.

A finales de julio, en la zona sur del país, una bomba explotó al paso de un convoy francés, hiriendo a otros seis militares galos, tres de ellos de extrema gravedad.

Dichos ataques, calificados como “inadmisibles” por el propio Asarta durante la celebración de una cumbre en la sede del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, no fueron los únicos incidentes que desataron la preocupación en la cúpula militar española.

Ya que además, día sí y día también, no cesaban de producirse serios enfrentamientos entre los cascos azules y milicianos libaneses, donde en la mayoría de ocasiones, los soldados de la ONU eran rodeados y agredidos por grupos locales, incluso llegando a producirse agresiones en plena calle y la sustracción de material militar a punta de fusil.

Mientras tanto, los militares tenían prohibido defenderse, ya que habían recibido órdenes estrictas de evitar cualquier tipo de enfrentamiento con la población libanesa.

Sirva como ejemplo, el episodio ocurrido a finales del pasado junio, cuando una patrulla belga fue rodeada por numerosos vehículos de milicianos mientras un bulldozer les impedía proseguir con su camino. En el transcurso del asedio, un soldado fue apedreado brutalmente (necesitando ser operado quirúrgicamente), con el único objetivo de robarle sus pertenencias.

Y es que a pesar de los informes que revelaban lo sucedido estos meses con las tropas allí desplazadas, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió ampliar un año más el periodo de estancia de la misión, hasta el 31 de agosto de 2012.

Sin embargo, el general Asarta ha confirmado que de continuar esta situación de inseguridad generalizada, no existirían restricciones legales, para que en un determinado momento, los cascos azules se retiraran prematuramente del Líbano.