Desde hace ya varias semanas, la CNMV está solicitando a las entidades financieras que adviertan a sus clientes sobre los posibles riesgos que puede conllevar el traspaso de capital desde un depósito bancario a un fondo de inversión, buscando una mayor rentabilidad, ya que puede provocar una pérdida sensible del capital invertido, ya que estos fondos no están garantizados.
Las entidades financieras llevan tiempo ofreciendo este producto de alto riego, alternativo a los depósitos, pero cuya esencia es muy similar a las participaciones preferentes, debido principalmente a las limitaciones en la rentabilidad del ahorro recomendadas por el Banco de España, situadas en torno al 1,75%.
De este modo, los clientes que acepten transferir el dinero de sus depósitos a un fondo de inversión, deberán tener en cuenta las siguientes advertencias:
– El dinero invertido no está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
– La entidad financiera no está obligada a garantizar el capital invertido, por lo que no se responsabiliza de las pérdidas, a menos que se trate de un fondo de inversión garantizado.
– Los fondos de renta fija no son totalmente seguros, ya que en estos momentos de tipos bajos, existe el riesgo de que en el momento en que suban, el valor de los bonos actuales descienda, provocando pérdidas de capital en el fondo.
– El fondo no tiene un plazo determinado, por lo que la inversión estará sometida a continuas fluctuaciones de valor, por lo que cuando necesitemos retirar el dinero, tendremos que aceptar el valor de mercado que cotice en ese momento.
Curiosamente, durante los últimos meses se ha producido un incremento notable en el trasvase de depósitos bancarios a fondos de inversión, mientras que el patrimonio de estos fondos de inversión han sufrido una caída del 6,3% (124 millones de euros). ¿A dónde ha ido a parar el dinero?