Como ya comentamos en el día de ayer, Cesc Fábregas se unirá a la plantilla del FC Barcelona esta misma semana, suponiendo para las arcas del club un gasto máximo de 45 millones de euros, desglosado en 35 millones fijos y entre 5 y 10 millones de variables.
Esta cantidad debe sumarse a los 27, 5 millones de fijo más 11,5 de variables, invertidos en la contratación de Alexis Sánchez y los 2 millones más 1 en variables, gastados en la contratación de Kiko Femenía, que se incorporará al filial azulgrana.
Entre cantidades fijas y variables, el club azulgrana ha desembolsado una cantidad cercana a los 83 millones de euros, cifra que puede resultar chocante tras las famosas declaraciones del señor Bartomeu, vicepresidente económico del club, en las que aseguraba que el presupuesto para fichajes de esta temporada iba a ser de 45 millones de euros más posibles ventas.
Pues bien, entre esas ventas, podemos incluir los pases de Oriol Romeu, mediocentro del filial cuyo traspaso al Chelsea reportará 5 millones más 1 millón en variables, el joven extremo Jeffren Suárez que proporcionará 3,5 millones más 1,5 en variables, la venta del uruguayo Martín Cáceres al Sevilla por 3,5 millones de euros y la venta del sueco Zlatan Ibrahimovic al Milán, cuya compra se hizo efectiva hace un par de semanas y donde el club rossonero desembolsó una cantidad aproximada de 25 millones de euros.
La operación de Bojan a la Roma no se puede calificar como una venta, ya que más bien es una cesión durante dos años, donde si al final de ese periodo, el club italiano no paga los 28 millones que vale su contratación, el FC Barcelona deberá desembolsar 1 millón de euros de forma obligatoria por los servicios de cesión.
Sin embargo, esta inversión no supone que aumente el déficit de la entidad, ya que si bien el mayor gasto se lo lleva la sección de fútbol, el recorte en el resto de secciones y otros gastos del club provocan que el club no muestre números rojos, utilizando mucho la imaginación.