Una convocatoria realizada a finales de julio y a través de Facebook, congregó a más de 800 jóvenes durante cuatro horas, armados con “pistolas y cañones de agua” en el centro de Teherán.
Sin embargo, la fiesta terminó mal cuando la policía comenzó a arrestar a decenas de participantes y obligados posteriormente, a confesar públicamente en televisión, que su comportamiento fue “totalmente inaceptable”.
Desde entonces y motivados por la el ambiente represivo del país, actos similares se han estado produciendo de forma regular por todo el país, hecho que ha suscitado el malestar en los sectores más ultraconservadores de la nación, que lo califican de “hechos aberrantes y amorales”.
“Los precursores de este tipo de eventos tratan de alejar a los jóvenes de los principios islámicos y los valores de la República Islámica”, declaró el parlamentario Musa Ghazanfarabadi tras la sucesión de arrestos.
“Hundiremos cualquier intento de estos jóvenes que pretenda desautorizar nuestras normas”, comentó, por su parte, Hossein Sajnedia, el jefe de la Policía de Teherán.
Nuevamente las redes sociales como Facebook son el principal elemento de movilización. A pesar de estar censurado y bloqueado en Irán, la mayoría de los jóvenes con acceso a internet, conocen formas de acceder a través de páginas intermediarias, por lo que ya están pensando en convocar una “nueva guerra” de agua.