La sonda Cassini ha sido capaz de seguir todo el desarrollo de una tormenta gigante (desde su nacimiento), la cual, se extendió por un área aproximada de 15.000 Km, en la cara norte de Saturno, durante un periodo de 200 días.
En las imágenes ofrecidas por la NASA, se puede observar una pequeña mancha aparecida el 5 de diciembre de 2010, la cual, va aumentando de tamaño hasta convertirse en una gigantesca tempestad, que para finales de enero de 2011, había dado la vuelta a todo el planeta.
Se trata de la tormenta más grande registrada en los últimos 20 años en Saturno, y la más grande observada jamás desde una nave interplanetaria.
El mismo día que las cámaras HD, instaladas en Cassini, capturaron las primeras imágenes de la tormenta, tanto la radio de la sonda como el instrumento de ondas de plasma, fueron capaces de registrar la actividad eléctrica de la misma, confirmando que era una tormenta convectiva.
Cassini pudo detectar que la fase activa de la tormenta concluyó a finales de junio, pero las nubes turbulentas que generó dicha fase, permanecen todavía en la atmósfera actual.
La tormenta, que tuvo un periodo de actividad de casi 200 días, batió récords superando a una tormenta anterior registrada en 1993, que permaneció activa durante 150 días.
“La tormenta de Saturno tenía más similitudes con un volcán que con un sistema climático terrestre”, señaló Andrew Ingersoll, miembro del equipo de fotografía de Cassini.
“La presión se va acumulando durante muchos años, antes de que la tormenta estalle. El misterio es que no existen rocas que resistan esa presión, que permita retrasar la erupción durante varios años”, aclaró en un comunicado publicado por la NASA.
La sonda Cassini, que orbita Saturno, es un proyecto conjunto entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI).
Cassini fue puesta en órbita en octubre de 1997, junto con la sonda Huygens de la ESA. Siete años después, la nave fue enviada a las inmediaciones de Saturno en 2004, para realizar un estudio de Titán, la luna mayor del planeta.
Desde entonces, los 12 instrumentos de Cassini han estado registrando y transmitiendo información del sistema de Saturno, durante 6 años seguidos, pese a que en principio, su actividad debía haber concluido a finales de 2008.
El año anterior, la NASA optó por prolongar su misión hasta 2017, hecho que permitirá a los científicos estudiar los cambios climáticos acontecidos tanto en el planeta como en sus lunas.