A falta de unos días para que se efectúe la convocatoria del “25-S, Ocupa el Congreso“, la Policía Nacional ya ha puesto en marcha un dispositivo especial de seguridad en Madrid que le permita requisar cualquier pancarta que fomente el movimiento y exigir la documentación a todos sus impulsores. No obstante, desde la Brigada de Información han identificado una división de pensamiento entre los dirigentes convocantes.
Altos mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado han diseñado un dispositivo especial de prevención que se mantendrá activo hasta el mismo día 25 de septiembre, y que presenta undoble objetivo, por un lado, disuadir a los posibles ciudadanos que hayan decidido apoyar el movimiento, y por otro, recopilar datos personales sobre los impulsores de la movilización (¡Viva la Democracia!).
Desde principios de septiembre, se llevan realizando continuos controles y registros en las calles a todo aquel que pudiera portar pancartas o cualquier otro tipo de proclama en favor de la ocupación del Congreso de la semana que viene.
En dichos controles, se exigía la documentación a todas aquellas personas que llevaran pancartas o fueran responsables de organizar las asambleas, y en algunos casos, se les interrogaba sobre porqué se concentraban en plazas públicas y cuál era su objetivo.
Mientras finalizan las conclusiones de la Brigada de Información, las cuales, determinarán el número exacto de agentes de la Unidad de Intervención Policial (Anti-disturbios) que conformarán el dispositivo especial de seguridad del próximo día 25, la Policía ha podido detectar divisiones en el movimiento, que no se habían contemplado en otras concentraciones o movilizaciones masivas de esta índole.
Concretamente, la Brigada de Información diferencia dos grupos divergentes dentro de los convocantes, por un lado, están aquello que desean permanecer de forma ininterrumpida en las inmediaciones del Congreso, a lo Indignado 15-M, y por otro, aquellos que tan sólo desean mostrar su malestar por las medidas aplicada por el Gobierno, pero no tienen pensado establecerse de forma indefinida allí.
En el primer grupo se encontrarían los miembros de la conocida Plataforma Ponte en Pié, los cuales, discrepan con la Coordinadora 25-S sobre la estrategia que debe seguirse, ya que al principio únicamente se hablaba de rodear el Congreso, pero ahora, es esta otra plataforma quien desea permanecer acampado allí hasta que el Gobierno dimita.