Según un estudio realizado por científicos del Carnegie Science Center, la formación de nuestro satélite podría haberse producido mucho más tarde de lo que se había considerado hasta hoy, cuyo origen habría nacido a partir del impacto de un objeto de gran tamaño (similar al de un planeta) contra la Tierra.
Según esta teoría, la energía producida por el impacto fue suficiente para que la Luna se constituyera a partir del material fundido expulsado hacia el espacio.
A medida que el material expulsado se iba enfriando, el magma del pre-satélite se iba solidificando en diferentes tipos de minerales.
Es por esto que los autores del trabajo, han indicado que una roca llamada Ferroan Anortosita, localizada en la corteza lunar, sería el componente más antiguo jamás encontrado en el satélite y que no había podido ser fechado anteriormente.
Tras analizar los isotopos de dos componentes de esta roca, plomo y neodimio, se fechó la edad de origen en 4.360 millones de años (sensiblemente inferior a la fecha tradicional establecida en 4.568 millones de años) y que presenta una cifra similar a los componentes más antiguos encontrados en nuestro planeta, los circones de Australia Occidental, hecho que indica que las cortezas de la Tierra y la Luna se formaron en un período similar.