Hoy en día, debido a la vida tan ajetreada que llevan muchas de las familias, ciertos hábitos familiares se están perdiendo, hábitos que son fundamentales tanto para los propios padres como para los hijos.
Entre estos hábitos, nos encontramos con el de comer juntos en familia. A pesar de lo que se pueda llegar a pensar, este hecho, resultará de vital importancia para los niños, aportándoles una serie de beneficios que agradecerán en un futuro.
Pero desgraciadamente, por culpa de los horarios del trabajo de los padres y de las actividades de los hijos conforme éstos van creciendo, desayunar, comer o cenar en familia se vuelve casi imposible, llegando a convertirse en una rutina solitaria delante del televisor.
En este sentido, sería interesante que se hiciera un esfuerzo por llevar a cabo este hábito familiar, ya que comer juntos en familia nos aporta, entre otros, los siguientes beneficios:
Mejora la alimentación
Comer en familia expone a los niños a una alimentación más variada, donde están presentes las frutas y las verduras, evitando los refrescos y aquellos alimentos poco recomendados. De este modo, los niños se conciencian de la importancia de una alimentación sana, y optarán por consumir alimentos más saludables a la hora de la merienda cuando sus padres no estén con ellos. Gracias a ello, se evitarán enfermedades como el sobrepeso o la obesidad infantil.
Mejora las relaciones familiares
Los niños que comparten a diario el momento de la comida, se muestran más contentos, tienen mejor relación con sus padres y con sus compañeros, ya que les ayuda a estrechar los vínculos presentes entre ellos.
Además, se fomenta la cooperación en los niños, como es ayudar a poner o recoger la mesa, preparar algún plato sencillo, o incluso, secar y guardar los platos y vasos.
Mejora el aprendizaje de los niños
El hecho de comer juntos en familia, implica mantener conversaciones juntos, ayudando a los niños a mejorar su vocabulario y a expresar sus emociones y lo que han vivido durante el día, por ello, es fundamental que el televisor o el móvil se dejen de lado durante la comida.
De igual modo, los niños podrán aprender comportamientos sociales tales como el de esperar su turno para hablar, aprender buenos modales en la mesa, y respetar la importancia y el horario de cada comida.
Disminuye comportamientos de riesgo en adolescentes
Se ha demostrado que la mayoría de los niños que comen juntos en familia, también realizarán esta práctica cuando sean adolescentes, presentando menos comportamientos de riesgo, como son el consumo de drogas, depresiones o comportamientos inadecuados que pudieran meterlos en problemas.