Un estudio llevado a cabo por el Internacional Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC), demuestra una relación directa entre la obesidad y el asma infantil.
Los datos obtenidos clarifican que el aumento de peso corporal se desarrolla en paralelo al incremento de las posibilidades de sufrir asma, en la edad infantil.
De este modo, concluye que el aumento de la ingesta calórica incide de forma directamente proporcional a la aparición de problemas respiratorios.
Ante la evidencia de los resultados, la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), ha puesto de manifiesto la necesidad de que los progenitores se impliquen de manera directa en el desarrollo físico y psíquico de sus hijos durante los primeros años de vida, transmitiéndoles una mentalidad salubre respecto a la alimentación, de modo que no la conciban como un enemigo que les ayude a engordar.
Por estos motivos, el consumo de alimentos frescos como verduras y hortalizas frescas, sumadas a una correcta práctica deportiva puede favorecer sensiblemente la prevención de problemas respiratorios y demás complicaciones, durante la pubertad y etapas posteriores.