El sueño de Bono ya ha llegado a oídos del Partido Popular, el que fuera Presidente del Congreso de los Diputados aspira a ser el embajador de España en el Vaticano, un cargo, que permitiría compatibilizarlo con su vida familiar.
Bono ha admitido en privado y en reiteradas ocasiones, que le haría “especial ilusión” ostentar dicho cargo.
Y es que curiosamente, el presidente del Congreso se ha confesado en más de una ocasión, orgulloso de ser “socialista y católico”.
Además, desde su etapa como presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, mantiene excelentes relaciones con el cardenal Cañizares, uno de los dirigentes eclesiásticos con más poder e influencia, en la curia vaticana.
Los deseos de Bono, como hemos citado anteriormente, los ha ido comunicando en privado y a personas de su entorno más cercano, durante las últimas semanas.
Una de esas últimas confesiones las hizo, concretamente, la semana pasada en presencia de altos dirigentes del PP, entre los que destacaba Soraya Sáenz de Santamaría.
Cabe mencionar que las relaciones de José Bono con Mariano Rajoy no son del todo malas, ambos han mantenido diversas reuniones en el despacho del presidente del Congreso, durante la última legislatura. Además, el trato recibido por líder de la oposición en el hemiciclo, ha sido correcto y respetuoso.