En el Partido Socialista de Euskadi (PSE) se quedaron atónitos al conocer las declaraciones del Presidente del Senado y compañeros de partido, Javier Rojo, en las que amenazaba a Martín Garitano, diputado general de Guipúzcoa por Bildu, con la posibilidad de proponer una “moción de censura” que le apartara de la diputación.
Ante tales palabras, la estupefacción generalizada recorrió los pasillos del PSE, cuando nadie del partido había ni siquiera comentado la posibilidad de tal acción y que por tanto, en ningún momento había comunicado su idea ni a la cúpula del partido ni a dirigentes de su confianza.
En realidad, miembros relevantes de la dirección del PSE contradicen totalmente las palabras de Rojo, ya que según comentan a personas de confianza: “La estrategia del partido tiene unos objetivos totalmente distintos”.