El Jack Russell es una raza de perro muy activa, curiosa, cariñosa e inteligente. Adoran escarbar y perseguir animalillos, como roedores y aves, por lo que tendremos que tener cuidado de que no se escape tras ellos.
Relación con la familia
El Jack Russell se mostrará muy cariñoso con la familia, especialmente con su dueño. Le encantará ser el centro de atención de todas las actividades que se lleven a cabo y hará todo lo que esté en su mano para que así sea, persiguiendo en todo momento a su dueño si fuera necesario.
A pesar de esto, el Jack Russell es un perro que se distrae con mucha facilidad, excitándole todos los ruidos y estímulos externos que pueda apreciar, lo que le convierte en un perro poco obediente.
Por esta razón, debemos educar y socializar al Jack Russell desde una edad temprana para que nos obedezca, ya que a la mínima oportunidad que tenga, querrá ser el amo de la casa.
Al ser un perro de pequeño tamaño, el Jack Russell se adaptará bien a la vida en un apartamento, ya que no necesitará de grandes espacios para moverse libremente pero sí un lugar cómodo donde pueda dormir. Ladrará sólo cuando note la llegada de un extraño, lo que le convierte en un buen perro guardián.
Será preciso sacarle a pasear y de vez en cuando llevarlo de excursión al campo para que pueda desfogarse haciendo lo que más le gusta, ya que si no le proporcionamos la cantidad de ejercicio físico que necesita al día, el Jack Russell podría mostrar un carácter algo destructivo. En cuanto a su manutención, ingerirá cantidades moderadas de comida al día, no suponiendo un gasto excesivo a la familia.
Relación con los niños
Las horas de juego de los niños completarán la cantidad de actividad física que necesita el Jack Russell, siendo conveniente socializarlo con los más pequeños desde el primer momento, pero también educar a los niños para que lo respeten.
Al ser un perro muy activo y juguetón, será conveniente que nunca dejemos solos a los niños con el Jack Russell, por si pudieran ocasionarse algún daño.