Fijarse en lo que nadie ve
Rastrear posibles inversiones en mercados como el MAB (Mercado Alternativo Bursátil), donde no existen tantos analistas e inversores interesados en buscar el producto de éxito.
Atender a quien nadie escucha
Atender y escuchar a directivos de pequeñas y medianas empresas o emprendedores, analizar sus planes de negocio o estudiar sus finanzas, puede proporcionar una auténtica oportunidad de negocio e inversión sin apenas competencia.
Gobernar los riesgos y no dejar que ellos te gobiernen a ti
La propia esencia de la inversión trae consigo el riesgo y la amenaza, es inevitable, sin embargo, lo fundamental aquí es aprender a convivir con ello, tomar decisiones que permitan gestionar dichas situaciones, pero no tomar determinadas decisiones en función del riesgo.
Además, resulta clave analizar el riesgo y sus consecuencias, y no dejarse llevar por el miedo, ya que es posible que una determinada inversión que tú consideres arriesgada, no lo sea tanto y, por consiguiente, se convierte en una excelente oportunidad de inversión.
Lo arriesgado no es invertir en una empresa pequeña o grande, sino en una en la que se desconozcan sus secretos.
Utilizar el “stop loss” como herramienta analítica y no decisoria
La mayoría de analistas, brokers y asesores financieros recomiendan establecer un “stop loss”, es decir, un límite de pérdidas, tras el cual, uno debe deshacerse de la inversión o cambiar de estrategia.
En mi opinión, lo único que debe condicionar nuestras decisiones es el resultado obtenido del análisis exhaustivo de la inversión, como por ejemplo y referido a una empresa, estimar su potencial de crecimiento, conocer su historial financiero, su capital humano, su evolución, etc…
Asumir que las inversiones traen consigo pérdidas
Independientemente de que todo el proceso de análisis de una inversión se realice correctamente, en ocasiones sucederá que se obtenga un resultado negativo en una inversión, es irremediable, y por lo tanto, debe asumirse como algo normal y aprender, pero nunca condicionar nuestras futuras decisiones en función de dichas inversiones negativas.