Fábregas y la excelencia del ciclo de Guardiola en el Barça

La gestión de un equipo de fútbol no acepta ningún control en los tiempos, no hay mesura cuando se habla se establecer unos ciclos temporales que no sólo aseguren una cierta continuidad en el modelo futbolístico sino que también no queme a los futbolistas.

El fichaje del de Arenys significa, en lo futbolístico, completar el eslabón que faltaba en la cadena de la “filosofía Barça”, establecer un presente a medio plazo mientras unos se aproximan al final y otros comienzan a establecerse.

La realidad periodística siempre tiende a enfrentar personajes, Xavi-Guardiola, Xavi-Iniesta, Cesc-Thiago, alegando supuestas incompatibilidades, sin embargo, no compiten entre sí, sino que cooperan para un crecimiento óptimo tanto a nivel individual como grupal.

Cesc Fábregas presenta dos de las virtudes fundamentales en lo que se conoce como “Idioma Barça” (Perernau Dixit), es un jugador de impacto y es un dominador del espacio.

La primera característica habla sobre su carácter, muestra una cooperación interna adecuada, una competitividad externa máxima y un liderazgo que le hizo ser capitán del Arsenal con 19 años.

La segunda característica se refiere al juego, que crecerá gradualmente con los años y que hará crecer a los demás, es un superviviente del espacio, es decir, no es que sólo se adapta a varios roles dentro del equipo sino que interpreta las características del puesto y las necesidades del equipo a la perfección.

Hablar de su incompatibilidad con otros compañeros sólo demuestra la ignorancia del que lo dice, el mejor fútbol jamás mostrado por el ciclo ganador de la Selección Española, fue la semifinal de la Euro 2008 frente a Rusia y la prórroga de la final del Mundial de 2010, donde Xavi, Cesc e Iniesta jugaban juntos, el balón volaba, la circulación era precisa y veloz, el balón jamás se volvió a levantar del suelo.