Ocho exiliados políticos cubanos llevan más de un mes manifestándose frente al Palacio de Santa Cruz (sede del Ministerio de Exteriores), exigiendo que se solucione su situación. Se les fueron retiradas las ayudas económicas al ser expulsados de un centro de refugiados, cuya dirección alegó que los motivos de dicha expulsión fueron unos episodios de conducta violenta hacia los empleados del centro.
Los “indignados cubanos” llevan asentados más de 30 días frente a la sede ministerial exigiendo que el Gobierno español les reporte de nuevo las ayudas económicas (demasiado generosas, según el ministerio) que percibían desde su llegada a nuestro país, debido a un convenio firmado entre el gobierno isleño y el español.
Estas ayudas fueron suprimidas tras ser expulsados de un centro de acogida perteneciente a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Málaga y regentado por la Cruz Roja, donde la dirección de este centro explicó que los expulsados mantenían una “actitud desafiante” con todo el personal del centro y con otros exiliados residentes.
Los exiliados han comunicado su intención de regresar a Cuba, sin embargo, el consulado cubano en España les ha denegado esa posibilidad, advirtiéndoles, que en el caso de que consiguieran viajar a La Habana, serían inmediatamente devueltos a la capital de España.
También aseguran que todo este episodio se trata de un complot entre los servicios de seguridad cubanos y el Gobierno español, desmintiendo que se haya producido ningún tipo de incidente violento en el centro del CEAR.