El entorno de ETA exige que el Gobierno reconozca a “sus víctimas” fallecidas por el conflicto vasco. De este modo, La Fundación para la Memoria Vasca, pretende tener un papel fundamental ejerciendo como altavoz de todos aquellos etarras y familiares, que reclaman su visibilidad.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, una de las principales exigencias que presentará el entorno de ETA al Gobierno, es que “éste, reconozca también a sus muertos”.
Consideran que los etarras no son los únicos que han causado muertos, sino que también el Estado español los ha provocado. Los cifran en 474, asegurando que son “víctimas de la represión de los Estados”.
Entre las víctimas presentadas, se incluyen a todos los miembros de la banda terrorista y su entorno más próximo, fallecidos desde 1960 hasta la actualidad.
Los etarras caídos en enfrentamientos contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este apartado se incluye, además de los muertos durante las maniobras de los GAL, a aquellos que perdieron la vida en tiroteos o persecuciones de la Policía y la Guardia Civil.
Suicidados. Como en el caso de Mikel Arrastia, que se suicidó en Rentería en el año 88 arrojándose desde un tercer piso, cuando la Guardia Civil estaba a punto de detenerle.
Muertos mientras manipulaban bombas o preparaban atentados. Aquí añaden por ejemplo, a Hodei Galarraga y Egoitz Gurruchaga, los cuales, murieron al estallar los explosivos que transportaban en una mochila para cometer un atentado.
Una vez hemos comprobado la lista de víctimas de ETA, de la que el entorno abertzale reclama palabras de perdón y reconocimiento, veamos ahora en que consiste la Fundación para la Memoria Vasca y que objetivo pretende conseguir.
La Fundación para la Memoria Vasca es un organismo que se encarga desde hace casi dos años, de “agrupar a todos los etarras y personas del entorno de la organización terrorista fallecidas”, según su propia definición como organización.
Entre sus impulsores destacan el ex dirigente de ETA, José Manuel Pagoaga “Peixoto”, el dirigente de EA, Koldo Amezketa, y la ex Batasuna, Itziar Aizpurua.
La Fundación asegura que su objetivo es “sacar a la luz a todas aquellas víctimas que se pretende ocultar y desmentir los datos falseados por el Estado español, sobre el número de soldados vascos asesinados”.
La “izquierda abertzale” ya tiene en su poder el documento que ha elaborado la fundación, y estos son los datos que manejan y pretenden hacer públicos:
Hasta ahora, 474 personas han causado muerte como consecuencia de los métodos represivos de los Estados.
La mitad de ellas (el 48,8 %, es decir, 236 muertos) no estaban afiliados a ninguna organización política, eran simples ciudadanos.
Los responsables de casi la mitad de las muertes (el 48,5%, es decir, 230 muertos) han sido miembros de los Cuerpos policiales del Estado español.
Entre los que 86 de ellos (un 15,6 %), han muerto a manos de grupos armados de extrema derecha.
Tanto la política penitenciaria como la dispersión de presos, han provocado 40 muertes.
Desde el comienzo del conflicto, se han encarcelado a 7.000 personas.
Otras 50.000 personas han sido detenidas por motivos exclusivamente políticos.
Y por último, 10.000 personas sufrieron torturas durante aquellas detenciones.