El Ministerio de Trabajo ha elaborado una serie de informes confidenciales en los que se analiza el impacto económico real que han padecido empresarios y, sobre todo, trabajadores, a causa de una de las crisis económicas más graves de la historia.
Las tres líneas maestras contenidas en estos informes, señalan como principales factores penalizados: “La prestación por desempleo, el cierre masivo de pequeñas y medianas empresas, y la complicada sostenibilidad del sistema económico español, a partir del momento en que se abandone la recesión“.
En lo referente a la prestación por desempleo, en la actualidad, en España existen unos 17.580.803 cotizantes activos, a los que hay que sumar los más de 4 millones de parados que completan la cifra total de población activa en España.
De esos 4 millones de parados, existen 2.582.068 trabajadores sin empleo que llevan menos de dos años en paro, y por tanto, tienen derecho a percibir dichas prestaciones económicas.
Por lo que fuera de estas prestaciones, se sitúan unas 1.548.760 personas, es decir, los denominados “parados de larga duración” que completan la lista de 4.130.987 de desempleados, registrados oficialmente por el Ministerio de Trabajo en agosto de este mismo año.
Fuentes autorizadas pertenecientes a la Comisión del Pacto de Toledo, señalan que, de estabilizarse esta tendencia, “la cifra de 5 millones de parados será una realidad palpable a finales de diciembre, y solamente la mitad de ellos recibirán algún tipo de prestaciones contributiva“.
Dichas fuentes también comentan que es el Estado quien tiene la obligación de abonar a la Seguridad Social, el periodo de paro de todos los cotizantes desempleados.
Sin embargo, el año pasado, el Gobierno dejó adeudado a la Tesorería Pública unos 4.567 millones de euros, hecho que provocó que el superávit del sistema se desplomara en 2010 un 72,97 %, cerrando el ejercicio con 2.392,67 millones de euros, lo que supone el 0,2 % del PIB.
Pero sigamos viendo como la crisis ha golpeado no sólo al Estado y los trabajadores desempleados sino también a los pequeños y medianos empresarios.
Concretamente, sólo se ha podido tener acceso al registro de empresas que han estado cotizando durante los últimos dos años, ya que los datos referentes a 2007 y 2008 finalmente no han sido publicados por el Gobierno, pese a las continuas peticiones realizadas en el Congreso, por las formaciones parlamentarias de la oposición.
El informe oficial hecho público por el ministerio de Trabajo concluye que en España se han cerrado 67.887 empresas desde el pasado mes de enero de 2009 hasta julio de 2011, pasando de una cifra total de 1.587.579 compañías a 1.489.692, un “factor fundamental y claramente determinante” en el aumento exponencial del paro durante el periodo de crisis.
Realizando una clasificación en función del tamaño de las empresas, las pymes han sido las más perjudicadas por el estancamiento económico.
Ya que hace tan sólo dos años, existían 1.472.296 empresas con plantillas de personal de 1 a 50 trabajadores, frente a las 1.455.809 que cotizan hoy en día. No obstante, desde enero de 2009 han tenido que cerrar también, 66.487 pequeñas y medianas empresas, las cuales, suponen el 98,80 % de todas las compañías que han detenido su actividad en dicho periodo.
También cabe señalar que han tenido que “echar el cierre“, 850 empresas con plantillas de 51 a 100 trabajadores y 458 de 101 a 500 empleados. Curiosamente, la cifra de empresas con plantilla de más de 500 personas no ha cesado de aumentar pese a la crisis.
Ahora veamos, este impacto económico en términos globales, y como ha afectado dicha crisis, a la sostenibilidad económica futura del país, en los próximos años.
Las mismas fuentes consultadas anteriormente, confirman que “el abrupto descenso del número de afiliados a la Seguridad Social, sumado al impago por parte del Estado“, de los miles de millones de euros que adeuda a la Tesorería, “provocará que las cuentas públicas del sistema se posicionen en la situación más trágica de su historia“.
Si en 2010, el superávit descendió un 72,97 %, con una diferencia entre ingresos y gastos de -5,82 %, este año “las inyecciones por cotización siguen disminuyendo notablemente, mientras que los gastos no cesan de incrementarse, por lo que a finales del 2011, el balance podría ser mucho más preocupante“.
La “congelación de las pensiones” aprobada recientemente por el Gobierno, proporcionará un ahorro de casi 1.450 millones de euros, “hecho que garantizará que durante el presente ejercicio no se cierre en números rojos“.
Sin embargo, “si no se produce una enorme generación de puestos de empleo, para que así se amplíe la cotización, la Seguridad Social será deficitaria, y por tanto, económicamente insostenible en los próximos años“, aseguran estas fuentes.