El Gobierno de España ha afirmado, en más de una ocasión, que su participación en Libia es simplemente cooperativa y de ayuda internacional, negando haber realizado ningún tipo de incursión militar o misión de guerra, sin embargo, esto puede resultar no ser del todo cierto.
Según han asegurado, reiteradamente, las Ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, Trinidad Jiménez y Carmen Chacón, la participación de España en Libia se ha reducido simplemente a misiones de vigilancia de los cielos libios y el bloqueo marítimo, jamás ningún tipo de acción bélica.
Pero en realidad, España si colabora en el bombardeo de suelo libio, ya que militares españoles asentados en la base militar italiana de Decimomannu, prestan su ayuda diariamente en la carga de misiles y bombas en los F-18 italianos, franceses y canadienses.
Este hecho, desconocido para la mayoría del público, ha suscitado las críticas hacia el Gobierno por parte de altos dirigentes del Ejército, ya que acusan al Ejecutivo de mantener una doble moral respecto al conflicto libio, ya que por un lado, obligan a los militares españoles a trabajar al servicio de Fuerzas Armadas extranjeras, y por otro lado, no permiten que los cazas F-18 españoles puedan llevar armamento aire-tierra.