Los últimos nombramientos de embajadores, llevados a cabo personalmente por Trinidad Jiménez, están suscitando una gran polémica entre la diplomacia española. En concreto, critican la designación de Diego Bermejo, jefe de su gabinete, como embajador para las Cumbres Iberoamericanas, a pocos días de abandonar su cargo.
El pasado 4 de noviembre, el Gobierno decidió designar a Bermejo como nuevo embajador en “Misión Especial para las Cumbres Iberoamericanas y Asuntos Multilaterales de Iberoamérica”, sustituyendo a Juan María Alzina, quien había desempeñado dichas funciones desde hacía apenas un año.
Dicho nombramiento está siendo duramente criticado en diversos ámbitos diplomáticos, por la elección del momento en que se ha realizado.
No se entiende como a escasos días para la celebración de las elecciones y ante un más que previsible cambio de Gobierno, y por tanto, de titular en el cartera ministerial, se empiecen a nombrar altos cargos en el Ministerio.
Según fuentes consultadas, este ha sido uno de los mensajes escuchados en el Palacio de Santa Cruz, a raíz de esta decisión: “Deje usted los nombramientos para los que entren”.
Además, confiesan que “la última Cumbre Iberoamericana celebrada en Paraguay fue considerada como un auténtico fracaso”, debido a las numerosas ausencias, “por lo que no tiene ningún sentido, realizar un nombramiento en visos de un más que posible cambio de Ejecutivo”.
Bermejo ha pertenecido desde 1982 a la carrera diplomática. Fue secretario en la Embajada de España en Lisboa, vocal asesor en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno, asesor adscrito al Defensor del Pueblo y cónsul general de España en Santo Domingo. Desde enero de 2008, desempeñaba funciones de embajador en la República Dominicana.
Concretamente, para dicho puesto en Santo Domingo, fue designado hace pocos meses Jaume Segura, ex jefe de gabinete de Trinidad Jiménez, y que según han confirmado estas mismas fuentes, “tampoco fue muy bien recibido por numerosos diplomáticos, tras los precedentes que había habido”.