ESB, una de las mayores empresas de fabricación de puntos de carga, ha asegurado que el volumen de coches eléctricos en circulación por Irlanda deberá multiplicarse por 5, en los próximos años, para que los 1.000 puntos de carga ya instalados por la compañía resulten rentables, y garanticen la viabilidad económica de ESB.
En este sentido, cabe mencionar que estos 1.000 puntos de carga comenzaron a instalarse desde 2010, sin embargo, a día de hoy, poco menos de 600 coches eléctricos se han registrado para su circulación en todo el territorio irlandés.
Según John Sweeney, jefe del departamento de innovación en la ESB, afirmó que “resulta imprescindible que entre 3.000 y 5.000 coches eléctricos comiencen a circular por las carreteras para poder recuperar la inversión realizada”.
Esta situación resulta todavía más complicada de entender, cuando recientemente, ESB ha conseguido instalar 46 puntos de carga nuevos en las principales vías de comunicación del país, patentando un sistema que permite recargar una batería estándar en tan sólo 20 minutos.
Así pues, ESB espera que las estimaciones llevadas a cabo sobre la “electrificación automovilística” de Irlanda se hagan efectivas, y que en 2020, uno de cada diez vehículos irlandeses sean alimentados por energía eléctrica.