Aunque proporcionemos a nuestra Iguana todos los cuidados posibles mientras vive con nosotros, no siempre podremos evitar que padezca enfermedades. Por esta razón, es fundamental estar atentos a cualquier cambio que se produzca en sus hábitos o en su carácter, como por ejemplo, la falta de apetito o de movilidad, dificultad respiratoria, etc.
Son muchas las dolencias que pueden afectar a nuestra Iguana, no obstante, a continuación exponemos las más comunes.
Descalcificación
Es la dolencia más habitual entre las iguanas que viven en cautividad, sobre todo si no se les proporciona una alimentación equilibrada. En este caso, observaremos como su mandíbula inferior se hincha, y por lo tanto, presentará dificultades al alimentarse.
Parásitos
Los parásitos que pueden afectar a la Iguana pueden ser tanto internos como externos. Los primeros provocarán falta de apetito o pérdida de peso, sin derivar en otras dolencias más graves.
No obstante, los externos (habitualmente ácaros) sí presentan un riesgo para el animal, ya que al introducirse en las axilas, la boca, los ojos, o en los oídos, pueden llegar a provocar infecciones más graves en el animal.
Parálisis de las patas traseras y la cola
Es muy importante que proporcionemos a nuestra Iguana todas las vitaminas y minerales necesarios para su correcto estado de salud, ya que de lo contrario, podría tener falta de vitamina B12, la cual, provocaría que sufriera parálisis de los miembros traseros y la cola.
Infecciones bacterianas
Es fundamental que controlemos cuidadosamente la temperatura y el nivel de humedad del terrario de nuestra Iguana, ya que si ambas presentan niveles excesivos, pueden causarle infecciones bacterianas que, posteriormente, lleguen a resultar letales.
En este sentido, dichas infecciones también podrán aparecer a causa de la falta de higiene del terrario, razón por la que deberemos mantenerlo en las mejores condiciones posibles.