En qué consiste el masaje Shantala

El doctor Frédérick Leboyer durante su viaje a la India, observó a un madre masajeando a su bebé, algo que le dejó totalmente fascinado, tanto por los movimientos que la madre realizaba sobre el bebé como por los múltiples beneficios que éste le proporcionaba. Por ello, quiso introducir este arte milenario en Occidente, y lo hizo bajo el nombre de “Masaje Shantala”, en honor a la mujer que había observado, ya que ése era su nombre.

El masaje Shantala es una técnica muy completa que se caracteriza por una consecución de movimientos lentos, rítmicos y firmes que ayudan a que el bebé se relaje, fomentando, además, el vínculo materno-filial. Para realizarlo la madre debe estar sentada en el suelo con las piernas juntas y estiradas, ya que sobre ellas se ha de recostar al bebé.

Primero paso: Masaje en el pecho

Una vez tengamos al bebé recostado boca arriba sobre nuestras piernas nos untaremos las palmas de las manos con aceite para bebés, y las frotaremos para evitar que el niño sienta que están frías.

Comenzamos colocando las palmas de las manos juntas sobre el pecho del bebé y las deslizaremos desde el centro hacia afuera, siguiendo la dirección de las costillas y sin apretar mucho.

A continuación realizaremos movimientos de abajo a arriba alternando ambas manos, donde la mano derecha se deslizará por el pecho del niño siguiendo una trayectoria desde la cadera izquierda hasta su hombro derecho, y la mano izquierda desde la cadera derecha, hasta el hombro izquierdo.

Segundo paso: Masaje en los brazos y manos

Para este paso, colocaremos al bebé de lado y con una mano estiraremos su brazo sujetándolo por la muñeca y con la otra mano, como si fuera un brazalete, recorreremos todo su brazo desde el hombro hasta la muñeca. Este movimiento debe ser fluido alternado ambas manos. A continuación, realizaremos un suave masaje en su mano con nuestros pulgares, siguiendo el sentido desde la base de su mano hasta la punta de los dedos.

Una vez hemos concluido, recostaremos al bebé del otro lado y repetiremos la misma acción en el otro brazo y en la otra mano del pequeño.

Tercer paso: Masaje en el abdomen

Acostaremos al pequeño otra vez boca arriba sobre nuestras piernas, y desde la base del pecho deslizaremos las palmas de nuestras manos hacia nosotros, intercalando una mano con la otra siguiendo un movimiento constante. Este ejercicio no se recomienda si aún no se ha desprendido el cordón umbilical.

Cuarto paso: Masaje en las piernas

Realizaremos los mismos movimientos que en los brazos, siguiendo el sentido desde el muslo hasta el tobillo. A continuación masajearemos el pie con los pulgares, desde el talón hasta los dedos y después con toda la palma de la mano.

Repetiremos lo mismo en la otra pierna y en el otro pie del pequeño.

Quinto paso: Masaje en la espalda

Para este paso, colocaremos al bebé boca abajo, y de manera transversal a nuestras piernas, dejando su cabeza a nuestra izquierda. Situaremos las palmas en la parte superior de la espalda y realizaremos movimientos transversales, hacia adelante, y hacia atrás, de manera alternativa con ambas manos, es decir, cuando una mano vaya hacia adelante, la otra irá hacia atrás y viceversa.

A continuación, con la mano derecha sujetaremos el culete del bebé con firmeza y deslizaremos con lentitud la mano izquierda desde la nuca hasta las nalgas, repitiendo este proceso varias veces.

Para terminar con la espalda, realizaremos el mismo movimiento anterior, pero esta vez, con la mano derecha sujetaremos los pies del pequeño, y manteniendo sus piernas lo más rectas posibles, recorreremos con la mano izquierda la espalda, nalgas y piernas del pequeño, hasta llegar a los talones, donde levantaremos la mano y repetiremos desde arriba.

Sexto paso: Masaje en la cara

Acostaremos al bebé boca arriba sobre nuestras piernas, mirando hacia nosotros, y realizaremos un ligero masaje con la yema de nuestros dedos, sobre su frente, siguiendo el borde de las cejas hasta las sienes y posteriormente hasta las mejillas. Para terminar, haremos un leve movimiento sobre su nariz de arriba hacia abajo, siguiendo la línea desde sus párpados hasta llegar a los labios, barbilla y por último el cuello.