El veterano etarra Josu Ternera fue el autor intelectual del comunicado de ETA

Josu Ternera, etarra y ex-diputado de Batasuna, ha resultado ser el “cerebro” del último comunicado de ETA, donde la banda anunciaba el cese de su lucha armada. Ha sido el responsable de gestionar todas las etapas de este proceso.

Despreciado por el sector “duro” de ETA, Ternera ha ido obteniendo poco a poco, peso específico dentro de la jerarquía de la banda terrorista, tras los sucesivas “decapitaciones” de la cúpula.

Durante las últimas épocas de “Thierry” y “Txeroki”, llegó incluso a ser expulsado de la organización acusado de “traidor”.

Los dirigentes etarras estaban convencidos de que “él era quien filtraba a la Guardia Civil” información sobre el paradero de determinados militantes, que a posteriori resultaba fundamental para su detención.

No obstante, el continuo y sucesivo vacío de poder en ETA, sumado a la situación de desconcierto imperante en el entorno abertzale, han provocado que haya escalado puestos en la dirección, hasta el punto de ser él, el verdadero motor de este proceso que ha concluido con el anuncio del final de los atentados por parte de la banda terrorista.

Desde el ministerio de Interior, llevan trabajando desde hace ya tiempo en la reincorporación de Josu Ternera a la primera línea, ya que se trata de un dirigente que, históricamente, ha apoyado la alternativa política y que desde hace años, se tenía constancia que apostaba por el avance del proceso de paz en Euskadi.

Veamos ahora de que información dispone Interior, respecto a la fecha concreta del anuncio del final definitivo de la banda terrorista ETA, y de cómo el enfrentamiento interno entre miembros de la banda, han acelerado el proceso de paz capitaneado por Ternera.

La información de la que tienen constancia en la cúpula del Ministerio, apunta a que ETA baraja la posibilidad de que “en un año”, aproximadamente, podría “anunciarse definitivamente su disolución como organización terrorista”.

Otras fuentes más escépticas, señalan a que este plazo podría ser incluso superior, estimándolo en un periodo no superior a cinco años.

El procedimiento, según la opinión de las fuentes consultadas, sería similar al empleado por ETA-PM (aparato político-militar de ETA) en los años 80.

Un acto público, sin capuchas y a rostro descubierto, en el que anuncien la desaparición de la organización terrorista”.

Tanto la Policía como la Guardia Civil, consideran que para que “la organización pueda considerarse completamente desmantelada deben entregar las armas e informar sobre el paradero de sus zulos y escondites”.

Con respecto a la posibilidad de que un grupo de etarras decidiera “separarse” del proceso iniciado por la actual cúpula etarra y continuar con la violencia, desde Interior aseguran que dicha posibilidad resulta “improbable”, aunque “no imposible”.

La explicación que alegan es la siguiente: “La actual cúpula de ETA, aquella que ha optado por el abandono de la violencia, cuenta con el apoyo incondicional de la izquierda abertzale y de los mediadores internaciones, por lo que una posible escisión, no contaría ni con el apoyo ni con el respaldo necesario”.