De las virtudes del té verde se han dicho muchas cosas, que es diurético, antioxidante, quema grasas y que previene la diabetes, pero según un último estudio realizado en EEUU, podría ser eficaz en los tratamientos contra determinados tipos de cáncer o de trastornos genéticos.
Según una investigación llevada a cabo por el Hospital Infantil de Filadelfia (EEUU), uno de los principales componentes del té verde, el glutamato deshidrogenasa (GDH), podría ser utilizado como compuesto alternativo para el desarrollo de fármacos utilizados en tratamientos de tumores y enfermedades congénitas mortales.
El GDH se localiza en cualquier ser vivo y su acción favorecedora en la digestión de los aminoácidos, ha permitido a un grupo de investigación demostrar que el bloqueo de esta sustancia con el té verde, ha resultado muy eficaz a la hora de tratar dos tipos diferentes de tumores.
Uno de ellos, los glioblastomas, son un tipo de tumor cerebral bastante agresivo, y por otro lado, el desorden complejo de esclerosis tuberosa, una afección genética que produce una serie de tumores no malignos en diferentes órganos del cuerpo.
Sin embargo, la tecnología actual no permite utilizar este compuesto vegetal como medicamento, aunque si proporciona un punto de partida para el diseño de futuros fármacos.