Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido determinar el tamaño del planeta Eris con más precisión que nunca, unas mediciones que reducen significativamente su volumen y que ha suscitado una gran polémica, a raíz de haber excluido a Plutón de su categoría como planeta.
Eris fue descubierto en 2005, estimando que su tamaño era superior al de Plutón, lo que provocó que la Unión Astronómica Internacional dejase de considerar a este último, como planeta de pleno derecho.
Aunque en un principio se debatió sobre si se le podía considerar como el décimo planeta del Sistema Solar, finalmente se impuso una redefinición del concepto, la cual, no incluía ni a Eris ni a Plutón, ya que ambos pasaron a integrar una nueva categoría de objetos celestes, los Planetas Enanos.
De este modo, Eris ha hecho honor a su nombre, la diosa de la discordia en la mitología griega, generando nuevas incertidumbres y discusiones, sobre la clasificación y definición de determinados objetos presentes en el sistema solar.
Los últimos datos obtenidos han supuesto una sorpresa para los científicos responsables del estudio, ya que el radio estimado de Eris, se ha visto reducido a unos 1.163 Km.
Esta cifra está muy por debajo de los cálculos realizados con anterioridad, los cuales, situaban el radio entre los 1.200 y 1.400 Km, y que lo alzaron como el mayor objeto del Cinturón de Objetos Transneptunianos, una región localizada más allá de Neptuno y que se encuentra poblada por cuerpos rocosos y helados.
El estudio también ha podido concluir que el albedo de Eris (la fracción de luz reflejada con relación a la que incide) es de por lo menos el 90%, lo que le convierte en “uno de los objetos intrínsecamente más luminosos del Sistema Solar”, ya que sólo unas pocas lunas de Saturno reflejan más porcentaje de luz que Eris.
Respecto a su masa y densidad, ambas mayores que la de Plutón, indican que se trata de un cuerpo escasamente rocoso y cubierto por numerosas capas de hielos.